Mi historia
Soy el hijo menor de cuatro hermanos, mis padres, Olga luz y Misael; ella ama de casa y el un médico que influyó en mi decisión de serlo también. Ser el menor de tantos hijos me llenó de enseñanzas, me llevó a entender que para destacarme, además de ser creativo, debía aprender lo mejor de cada uno de mis hermanos. Es por esto que siempre trato de ver lo mejor en cada ser humano, y acompañarlo en sus procesos personales mas oscuros, yo solo lo llevo de la mano para volver a encontrar su luz.
Estudié durante doce años en un colegio católico de jesuitas, ellos me enseñaron a respetar la diferencia y también me enseñaron la importancia de los argumentos, los fundamentos y la disciplina. Debatir siempre fue permitido, lo que no estaba en negociación era el respeto por el otro. Posiblemente alguno de ustedes no ha tenido una buena experiencia con la educación religiosa, pero en mi caso, me cambió la vida. Diferentes situaciones reforzaron mi vocación en la vida; los jesuitas me permitieron participar en un curso de formación de líderes con estudiantes de todo el país, esta experiencia me enseñó a trabajar en equipo, a callar cuando debía hacerlo, a escuchar y a aportar en el momento justo.
Este taller también me dio muchas herramientas para afrontar mi paso por el ejército colombianon en el quinto contingente en 1.995. Años antes había muerto uno de los narcotraficantes más reconocidos del país, o del mundo tristemente. Era un ambiente crudo , se sentía la inseguridad en la ciudad, aprendí de la realidad de cada ser humano que me acompañó en este camino, muchos por oblucación, muy pocos por gusto, y en ese momento me sirvieron todas las enseñanzas de los jesuitas; eso me permitió nuevamente a resaltar lo mejor de cada persona y a sacar lo mejor de mi. Fue así como a pesar de vivir esta experiencia tan retadora, donde lloré de importancia en varias oportunidades, donde sentí que no podía y quería tirar la toalla, resulté condecorado como el mejor soldado del batallón. Pero mi forma de combatir las situaciones que nos generan dolor como sociedad no está con el uso de la fuerza y mucho menos de las armas, era momento de elegir mi herramienta para servir, por eso decidí estudiar medicina.
El curso más intensivo y fabuloso que he hecho son los seis años de carrera que hice como médico en la Universidad CES, no era fácil, debía esforzarme para estar a la altura de los mejores. Posteriormente ejercí como médico general en diferentes servicios de urgencias, esto me permitió entender aún mas las necesidades de la gente y sus fuentes de dolor.
Contrario a lo que hacen muchas personas de irse a estudiar un segundo idioma cuando salen del colegio, yo lo hice después de ser un profesional, mis padres no tenían como darme el dinero para un intercambio, pero como yo no me quería perder de esta experiencia, ahorré y a mis 30 años me fui a vivir a Londres. Esta experiencia me llevó al límite, tuve que volver a sacar las herramientas que no me permiten olvidar de lo que estoy hecho; sentí hambre y frío, llegué a pasar algunas necesidades, esto me hizo sentir vulnerable. Pero esta experiencia también me permitió vivir experiencias maravillosas; conocí personas de todo tipo de creencias y culturas, aprendí mucho de ellos, fui vendedor ambulante, costero, preeparé hamburguesas, limpié oficinas, pastelero, hice limpiezas profundas de baños y finalmente trabajé en un almacén de un conocido diseñador. Con poco dinero pero cargado de experiencias volví a Colombia para retomar la medicina, esta vez para cumplir otro sueño, hacer mi especialización en psiquiatría.
De nuevo en la Universidad CES me convertí en psiquiatra, pero mi mayor aprendizaje no vino de la universidad, vino de los pacientes, ellos son un manantial infinito de enseñanzas de las que puedo disfrutar cada día. Decidí complementar mis estudios en el exterior, en esta oportunidad fui a Boston y a Barcelona, allá estudié sobre psiquiatría transcultural, adicciones y déficit de atención e hiperactividad, herramientas que han sido determinantes para atender el día de hoy a mis pacientes.
Después de todas estas experiencias de vida, sentía que a pesar de atender a los pacientes en la consulta faltaba algo, quería ayudar mas, llevar la psiquiatría al alcance de mas personas. Lo violencia en nuestro país y sus consecuencias; los daños en la salud cerebral (mental), del ánimo y del comportamiento son el pan de cada dia. Ésta es mi batalla, aquí es donde quiero llegar a aportar , ayudar y ojalá a generar cambio. Con decirles que hasta llegué a estudiar teatro para mejorar mis capacidades a la hora de transmitir los mensajes y poder cumplir mi sueño; La psiquiatría es una especialidad médica como cualquier otra, el órgano sobre el cual trabajamos es el cerebro. Debemos quitarle el estigma a las enfermedades del ánimo y del comportamiento, esto es a lo que yo le llamo -SACAR LA PSIQUIATRÍA DEL CLOSET-
Hoy la conformación de mi propia familia es la etapa que más me apasiona, la que con mas humildad afronto y en la que más he aprendido acerca de los lenguajes de comunicación, mi capacidad de reinventarme, de reconocer que no me las sé todas y que se debe amar con humildad. En este camino cuento con la mejor compamía, mi esposa Marcela, mi hija Emma y próximamente Aurora que llegará a llenarnos de mas felicidad. Se que como ser humano tengo dificultades y limitaciones, pero tengo el privilegio de contar a mi laso o con seres que siempre me quieren ayudar a ser mejor.
Finalmente estoy acá, con ustedes, cumpliendo el sueño de esta página de internet, mostrándoles mi hogar, invitándoles a que sean parte de el y de mis sueños, esperando que siempre saquen algo positivo, un aprendizaje que les permita ser mejores, un poco mas felices, mas plenos. BIENVENIDOS